El día en que yo este feliz... asegúrate de estar triste, mi dulce contra parte, toma todo en cuenta, fíjate que mis lagrimas corran correctamente por mis mejillas, que mi corazón se rompa en tantos pedazos que sea imposible de reparar, que se note en mi rostro el dolor, que se sienta en mi piel el sufrimiento, que se quiebre mi voz en el tono perfecto, que mis manos tiemblen y resuene en mis oídos un grito...
Asegúrate de no sentir nada cuando te diga "te amo", no me respondas, no me muestres compasión, lastima y mucho menos amor, no caigas en el juego, no te rindas, no me mires, nunca me prometas nada, no escuches mis palabras, no mires mis labios pidiendo perdón... no lo entiendas...
Asegúrate de tener la vista fija al frente, no voltees, solo déjame, camina con paso firme, sin prisa, un pie tras el otro, siente el viento soplando en contra, siéntete ligera, controla tus impulsos de mirar hacia atrás...
Ahí seguiré, hincada, lamentando lo lamentablemente inevitable, llorando... el cuello tenso, y las venas apunto de explotar, inhalando y exhalando con dificultad, con las manos sudando y el vació en la boca del estomago... con los bordes de la herida ardiendo en carne viva y con el latido explosivo del corazón en mi cabeza.
Asegúrate de estar siempre en mi contra, de decir "no" cuando pienses en un "si", de decir "blanco, cada vez que yo diga "negro", de sentarte cuando este de pie, y levantarte cuando me siente; se constante y seme indiferente, huyeme, escóndete, no encuentres tu mirada con la mía, ríe cuando yo este llorando, mi dulce contra parte... se siempre mi contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario