Ese día me dí cuenta de que el amor sigue siendo un arma de dos filos, que nadie, después de haber encontrado al amor de su vida tiene un final de cuento de hadas, amar cuesta, y a veces el precio es demasiado alto, se lloran lagrimas de sangre...
También me dí cuenta de que no es fácil confiar de nuevo, que no es fácil dejar ir, ni que dejen ir.
El pasado se repite, no por nada la humanidad cae en los mismos errores, todos tropezamos, sino con la misma piedra con una parecida, es un ciclo que jamás terminará, son puertas que no cerramos que solo dejamos entreabiertas y cuando abrimos las ventanas se cuela el aire y vuelve a abrir esas puertas.
Amar y ser amado no es cuestión solo de sentir, es un nivel de compromiso grandisimo que a veces solo uno de ellos carga de más, las cosas que uno acepta por amor son muchas y algunas destrozan el corazón de esa persona que debe cargar con más...
Hoy en día me siento algo incapaz para cargar con tanto, ya una vez lo hice y quede devastada... ese huracán me dejó en la calle de la amargura, no quiero que pase otra vez, todo en mi lo ama, pero en ese todo hay un pequeño foco apagado que no quiere prenderse, no quiere iluminar, no tiene ni ganas ni suficiente energía para prenderse...
A veces siento que no vale la pena, a veces siento que vale toda esa felicidad...
Me pienso atrapada, sin ganas de echar todo por la borda pero con las mismas ganas de hacerlo, me da miedo que después de tantas caídas mi corazón haya decidido no volver a entregar todo y sin querer deje ir al que si quiere quedarse por siempre...
Ese día me dí cuenta de que la lucha es permanente, ese día me di cuenta de que lucho contra mi misma, contra mi pasado y su pasado, contra el futuro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario